
Volkswagen confirmó un cambio de rumbo para Latinoamérica: desde 2026, todo nuevo modelo desarrollado y fabricado en la región tendrá una variante electrificada (mild-hybrid, híbrido convencional o enchufable). La jugada se apoya en inversión local, producción en Brasil y un tren motriz HEV flexible a etanol sobre plataforma MQB. En el calendario, Nivus aparece primero y T-Cross seguiría el camino.
Este giro llega tras años en que el Grupo Volkswagen priorizó el perfeccionamiento de sus TSI y la reducción de emisiones con tecnologías ya conocidas. En el mercado regional, sin embargo, se ha demorado en ofrecer productos híbridos mientras que Toyota, aun siendo una marca más conservadora, expandió sus híbridos convencionales hasta las gamas de entrada —Yaris incluido—. Con la nueva hoja de ruta, VW busca cerrar esa brecha con una familia HEV ajustada a nuestra realidad de costos y combustibles.
La apuesta también apunta a cubrir un espacio que el público asocia con la vieja escuela diésel: consumos bajos y autonomía alta. En estratos superiores de la oferta, VW no tenía aún un híbrido capaz de paliar esa falta de “motores rendidores” como los de antaño, y ahí es donde un HEV bien calibrado puede marcar la diferencia en ciudad y carretera (cuestas, sobrepasos y uso cotidiano).
Qué cambia desde 2026
- Todos los nuevos VW para la región ofrecerán opción electrificada: MHEV, HEV o PHEV.
- Primer HEV regional sobre plataforma MQB con propulsión flex (aprovecha etanol) producido en Brasil.
- Nivus sería el primer lanzamiento; T-Cross continuaría con la electrificación.



¿Qué significa para Chile y LATAM?
En Chile, la decisión de compra se define por eficiencia real, costo total de propiedad y autonomía. Un HEV regional puede calzar mejor que un BEV importado por precio y usabilidad, manteniendo habitabilidad y conectividad —dos fuertes en los B-SUV de VW—. Si la calibración prioriza ciudad sin descuidar carretera, la transición será natural para quienes buscan consumo contenido sin perder prestaciones.
En esa línea, la comparación con Toyota deja una valla alta en consistencia y disponibilidad de híbridos. VW llega tarde, pero con una propuesta que podría resultar más “latinoamericana”: flex-fuel, producción regional y una curva de precios potencialmente más amigable que un eléctrico puro.



