Polestar ha confirmado que su nueva arquitectura eléctrica dará el salto a los 800 voltios, lo que permitirá cargas más rápidas, mayor eficiencia y un rendimiento optimizado en sus futuros modelos. Según la marca, esta innovación debutará oficialmente en el Polestar 5, un sedán eléctrico que alcanzará cifras impresionantes: hasta 884 hp de potencia, carga de 350 kW y mejoras en la gestión térmica gracias a componentes más ligeros y eficientes.
En mi opinión, este movimiento es fundamental para que Polestar se mantenga competitivo frente a rivales como Tesla, Porsche o Hyundai-Kia, quienes ya trabajan con este tipo de plataformas. La carga ultrarrápida ya no es un lujo: es una necesidad en un mercado donde la autonomía y el tiempo de recarga son factores clave para decidirse por un eléctrico.
¿Qué cambia con 800 voltios?
Con esta arquitectura, Polestar promete varias mejoras técnicas:
- Carga ultrarrápida de hasta 350 kW en estaciones compatibles.
- Menores pérdidas de energía durante la transmisión eléctrica.
- Cables más livianos gracias a menor amperaje, lo que mejora eficiencia y reduce peso.
- Mayor estabilidad en la gestión térmica y el rendimiento del sistema.
Sin embargo, el gran desafío no está en la tecnología del auto, sino en la infraestructura de carga. De poco sirve poder cargar a 350 kW si la mayoría de estaciones en mercados como el nuestro aún están limitadas a potencias mucho menores. Este será el punto crítico para que el beneficio se vea reflejado en la experiencia real del usuario.
El futuro de Polestar
Además del Polestar 5, la marca ya ha adelantado que el Polestar 7 también incorporará esta tecnología como parte de su estrategia hacia 2025, donde busca lograr rentabilidad y consolidarse como referente en el segmento premium. Incluso el Polestar 3 ya está recibiendo actualizaciones OTA (over-the-air) que mejoran software, estabilidad y añaden funciones como la llave digital, aunque sin confirmar aún la migración a 800 V en este modelo.
En resumen, Polestar quiere dejar claro que está lista para el siguiente nivel de electrificación. Pero como siempre digo, el auto puede estar a la vanguardia, lo importante será si la red de carga acompaña este salto. De lo contrario, la experiencia del cliente podría quedarse a medio camino.
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