
Volkswagen continúa avanzando en su estrategia de electromovilidad y entrega nuevos detalles técnicos del Volkswagen ID. Polo, su próximo modelo eléctrico de entrada. Este hatchback compacto, actualmente en fase final de pruebas a nivel global, apunta a convertirse en uno de los pilares de acceso a la gama eléctrica de la marca, manteniendo el espíritu práctico y funcional que históricamente ha caracterizado al Polo.
El ID. Polo es el primero de cuatro nuevos modelos eléctricos que Volkswagen planea introducir en el segmento de autos pequeños y compactos a partir de 2026. No se trata solo de un cambio de motorización, sino de una reinterpretación completa del concepto de auto urbano, ahora adaptado a una era 100% eléctrica.

Uno de los aspectos más relevantes del nuevo ID. Polo es su oferta mecánica. En su lanzamiento global, estará disponible con tres niveles de potencia: 85 kW (116 hp), 99 kW (135 hp) y 155 kW (211 hp). Más adelante se sumará una versión ID. Polo GTI de enfoque deportivo, con 166 kW (226 hp), elevando considerablemente las prestaciones dentro del segmento.
En materia de baterías, Volkswagen apostará por dos tecnologías distintas. Las versiones de entrada utilizan baterías LFP (fosfato de hierro y litio) con una capacidad neta de 37 kWh, mientras que las variantes más potentes incorporan baterías NMC de 52 kWh. Gracias a esta configuración, el ID. Polo podrá alcanzar una autonomía de hasta 450 kilómetros bajo el ciclo WLTP.

La carga rápida también juega un rol clave. Las versiones con batería de 37 kWh permiten cargas en corriente continua de hasta 90 kW, mientras que las variantes de mayor capacidad admiten potencias de hasta 130 kW, lo que reduce considerablemente los tiempos de recarga y mejora la usabilidad diaria.
El ID. Polo se construye sobre la nueva plataforma MEB+, que introduce por primera vez en la familia ID una tracción delantera eléctrica. Esta arquitectura permite reducir peso, complejidad y costos, además de optimizar el aprovechamiento del espacio interior. El motor eléctrico APP 290 y las nuevas baterías de célula unificada PowerCo aumentan la densidad energética en torno a un 10%, mejorando la eficiencia general del conjunto.

En dimensiones, el Volkswagen ID. Polo mide 4.053 mm de largo, 1.816 mm de ancho y 1.530 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.600 mm. Aunque sus proporciones son similares a las del Polo convencional, el uso de la plataforma eléctrica le permite ofrecer un interior más amplio, especialmente en las plazas traseras.
El maletero es otro de los puntos fuertes: ofrece 435 litros de capacidad, un incremento del 24% respecto al Polo tradicional. Con los asientos traseros abatidos, el volumen de carga alcanza los 1.243 litros, posicionándolo como uno de los más versátiles de su categoría.

En seguridad y asistencia a la conducción, el ID. Polo incorpora sistemas de nueva generación. Destaca el Travel Assist mejorado, que permite asistencia longitudinal y lateral, cambios de carril asistidos en autopistas y, por primera vez en este modelo, reconocimiento de semáforos y señales de detención.
El diseño también marca una nueva etapa para la marca. El ID. Polo es el primer modelo en adoptar el lenguaje visual “Pure Positive”, con líneas limpias, superficies más fluidas y una estética que busca transmitir modernidad sin perder identidad. Todo esto acompañado por una experiencia de uso más intuitiva y materiales orientados a una mayor percepción de calidad.

A nivel global, el Volkswagen ID. Polo se perfila como un actor clave para democratizar la movilidad eléctrica en los segmentos más accesibles. Si bien su estreno está pensado inicialmente para otros mercados, no podemos dejar de pensar que sería un producto muy interesante de ver en nuestra región, considerando su tamaño, autonomía y enfoque urbano.
Con el ID. Polo, Volkswagen no solo electrifica uno de sus nombres más emblemáticos, sino que redefine lo que se espera de un auto eléctrico compacto en términos de espacio, tecnología y eficiencia.


